El estancamiento de los salarios: Durante las últimas décadas, el salario mínimo no ha seguido el ritmo del costo de vida y la inflación en muchas partes del mundo. Esto ha llevado al estancamiento de los salarios reales para los trabajadores de salario mínimo.
Según datos del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos, el salario mínimo federal de EE. UU. en 1968 tenía un poder adquisitivo mucho mayor que el salario mínimo actual en términos reales. Si se hubiera ajustado por la inflación, el salario mínimo actual sería considerablemente más alto.
Necesidades básicas no cubiertas: El salario mínimo actual a menudo no es suficiente para cubrir las necesidades básicas, como la vivienda, la alimentación, el transporte y la atención médica. Esto puede resultar en trabajadores que dependen de la asistencia gubernamental para sobrevivir.
Según el Instituto de Política Económica, el salario mínimo federal en los Estados Unidos en 2021 estaba por debajo del umbral de pobreza para una familia de cuatro personas en todos los estados de la Unión. Esto significa que incluso si ambos padres trabajan a tiempo completo por el salario mínimo, la familia aún estaría por debajo del umbral de pobreza.
Mejora de la calidad de vida: Un salario digno no solo beneficia a los trabajadores y sus familias, sino que también tiene un impacto positivo en la sociedad en general. Los trabajadores con ingresos más altos tienen más capacidad para invertir en educación, cuidado de la salud y vivienda, lo que puede reducir la carga sobre los sistemas de asistencia social y mejorar la movilidad económica.
Efectos en la economía: Aumentar el salario mínimo puede tener efectos positivos en la economía. Los trabajadores con ingresos más altos tienden a gastar más, lo que puede estimular la demanda y el crecimiento económico local.
Un estudio del Centro de Investigación Económica y Política (CEPR) encontró que un aumento en el salario mínimo a $15 por hora en los Estados Unidos tendría un impacto mínimo en el empleo, pero beneficiaría significativamente a millones de trabajadores.
Comparaciones internacionales: Muchos países con estándares de vida similares o más altos que los Estados Unidos tienen salarios mínimos más altos. Por ejemplo, países europeos como Luxemburgo y Francia tienen salarios mínimos significativamente más altos en términos de paridad de poder adquisitivo.
Apoyo público: Encuestas y estudios de opinión pública a menudo muestran un amplio apoyo para aumentar el salario mínimo. Muchos argumentan que es una cuestión de justicia económica y social.
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