Fuertes tormentas han azotado varias islas griegas, incluidos destinos turísticos populares como Paros, Mykonos y Creta, causando inundaciones generalizadas y caos. La lluvia torrencial convirtió las calles en ríos, arrastrando autos y escombros, y provocando el cierre de escuelas y prohibiciones de tráfico. El Servicio de Protección Civil emitió alertas de emergencia, y la Agencia Meteorológica Nacional Helénica advirtió sobre un clima peligroso continuo. La tormenta ha interrumpido los viajes y ha generado preocupaciones de seguridad tanto para los lugareños como para los turistas. Las autoridades están trabajando para limpiar los daños y restaurar la normalidad mientras la región se prepara para más lluvias.
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