Al menos 25 personas murieron en el noroeste de Siria en ataques aéreos llevados a cabo por el gobierno sirio y Rusia, informó el servicio de rescate dirigido por la oposición siria conocido como los Cascos Blancos temprano el lunes.
Aviones rusos y sirios bombardearon la ciudad controlada por los rebeldes de Idlib en el norte de Siria el domingo, dijeron fuentes militares, mientras que el presidente Bashar al-Assad prometió aplastar a los insurgentes que habían avanzado hacia la ciudad de Alepo.
El ejército también dijo que había recapturado varias ciudades que los rebeldes habían tomado en los últimos días.
Los residentes dijeron que un ataque golpeó una zona residencial abarrotada en el centro de Idlib, la ciudad más grande en un enclave rebelde cerca de la frontera turca donde alrededor de cuatro millones de personas viven en tiendas de campaña y viviendas improvisadas.
Al menos siete personas murieron y decenas resultaron heridas, según los rescatistas en el lugar. El ejército sirio y su aliado Rusia dicen que apuntan a los escondites de grupos insurgentes y niegan atacar a civiles.
Diez niños estaban entre los muertos en los ataques aéreos en y alrededor de Idlib y otros objetivos en territorio controlado por los rebeldes cerca de Alepo el domingo, según los Cascos Blancos.
El total de muertes por los ataques sirios y rusos desde el 27 de noviembre había aumentado a 56, incluidos 20 niñ…
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