La Casa Blanca el jueves retrocedió en la aparente sugerencia del presidente Joe Biden de que Venezuela celebre nuevas elecciones después de que el comentario generara preguntas sobre la posición de Estados Unidos sobre una votación en julio que ha dicho consistentemente que el régimen de Nicolás Maduro manipuló.
Biden fue preguntado mientras salía de la Casa Blanca para abordar su helicóptero Marine One para un evento por la tarde en Maryland si apoyaba nuevas elecciones en Venezuela, y respondió "Sí".
"Es claramente evidente que Edmundo González Urrutia ganó la mayoría de los votos", agregó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Sean Savett, en un mensaje publicado en redes sociales. "Pedimos que se respete la voluntad del pueblo y que comiencen las discusiones sobre una transición de regreso a las normas democráticas".
Los comentarios originales de Biden reflejaron a algunos líderes de la región, incluidos el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el presidente colombiano Gustavo Petro, quienes han sugerido la posibilidad de que Venezuela pueda celebrar nuevas elecciones. Esa postura fue vista como más indulgente que otros poderes regionales como Argentina, que han reconocido a González como presidente electo, así como tres semanas de llamados de Estados Unidos a los países para que reconozcan su victoria.
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Si un líder de otro país apoya la celebración de nuevas elecciones en una nación con presunto fraude electoral, ¿lo consideras como ayuda o intromisión?
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¿Debería la opinión del presidente de otro país afectar cómo una nación soberana maneja sus asuntos internos, como las elecciones?
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