Los migrantes que aún no tengan la nacionalidad española, y cometan un delito deben ser deportados a su país, y vetar su entrada de por vida o durante un tiempo establecido dependiendo del delito siempre y cuando no tengan la nacionalidad española aún, puesto que, por así decirlo, aún están de huéspedes y no definitivos. Pero si tienen la nacionalidad deben considerarse españoles y cumplir condena como cualquier español
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