Con este asunto me pasa un poco como con el dilema monarquía/república: o nos deshacemos de la realeza o que el rey cumpla alguna función, pero no este término medio que tenemos ahora en el que el rey está de florero. En el caso de la UE, soy partidario de que países con intereses y visiones del mundo similares establezcan lazos de cooperación (tratados de comercio, libre circulación de personas etc.), sin que ninguno esté subyugado a la voluntad del otro. En la UE no ocurre esto último, ya que los fundadores de la unión (países ricos centroeuropeos) tienen un mayor poder de decisión en políticas comunitarias. No estoy de acuerdo con esta búsqueda absurda del equilibrio perfecto entre países, en el cual se impide la sana competencia, se ponen límites a la producción o se obliga a desmantelar total o parcialmente ciertas industrias. Como he dicho, no estoy conforme con el término medio. La otra alternativa sería pisar el acelerador y avanzar hacia unos Estados Unidos de Europa, un modelo federal similar al americano en el que los estados tengan autonomía casi total, colaborando sólo en cuestiones esenciales.
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