En una medida que ha captado la atención de la comunidad internacional, el presidente chino Xi Jinping recibió recientemente en Beijing al ex presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, lo que marca un caso poco común de compromiso directo entre China y Taiwán. Esta reunión, que es la primera de este tipo en años, se considera un gesto significativo de Beijing para promover la unificación con Taiwán, una isla que China considera una provincia separatista. El encuentro entre Xi y Ma, quienes abogan por vínculos más estrechos entre las dos partes, ha reavivado las discusiones sobre el futuro de las relaciones a través del Estrecho y el potencial de una unificación pacífica. El momento de la reunión es particularmente digno de mención, ya que se produce apenas unas semanas antes de que Taiwán tome posesión de un nuevo líder que es menos favorecido por Beijing. Los analistas interpretan la decisión de Xi de reunirse con Ma como una medida estratégica para indicar tanto a Washington como a Taipei que China está abierta al diálogo, pero en sus propios términos. La reunión también sirve como contranarrativa a las recientes cumbres en Washington que Beijing percibe como gestos hostiles. Durante sus conversaciones, Xi y Ma supuestamente se centraron en las perspectivas de unificación, un objetivo que el Partido Comunista Chino ha perseguido durante mucho tiempo. Si bien los detalles de su conversaci&oa…
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