Chuck Schumer se rinde a la extrema izquierda

¿Qué quiere entonces el demócrata de Nueva York? Espera que un Primer Ministro israelí diferente impulse una solución de dos Estados del tipo al que Netanyahu se ha resistido. Esto refleja la neurosis política que se está desarrollando entre los demócratas, que desean que algún deus ex machina permita a Israel “ganar” la guerra contra Hamas de una manera que minimice la ira de la izquierda antiisraelí en los EE.UU. Esto es una tontería en cuanto al fondo. y la intervención de Schumer puede resultar contraproducente en Israel, donde fue denunciada rotundamente el jueves como una interferencia no deseada. No es obvio que ningún político israelí se apresure después del 7 de octubre a negociar con los palestinos sobre un Estado a menos o hasta que Hamás sea derrotado en Gaza, como mínimo. La idea de que Israel es el obstáculo para la paz en Medio Oriente, en lugar de que el régimen iraní patrocine representantes terroristas en toda la región, es tan ingenua que es más adecuada para un salón de profesores que para el pleno del Senado. El mayor problema es la propia rendición del señor Schumer. En lugar de aplacar a la izquierda antiisraelí de su partido, él y el presidente Biden deberían intentar liderarlos. La primera mitad del discurso de Schumer expuso en gran medida las razones por las que la amistad con Israel sigue siendo de interés nacional para Estados Unidos y lo que está en juego para Israel en su guerra. Por muy poco característico que hubiera sido para Schumer, hubiera sido mejor para su país, su partido, Israel y su propia reputación si lo hubiera dejado así y hubiera dejado de hablar.