Cuando el gobierno del ex primer ministro Imran Khan fue derrocado mediante un golpe parlamentario respaldado por el ejército paquistaní y el Departamento de Estado de Estados Unidos en 2022, apenas cumplía su cuarto año. Desde entonces, el ejército paquistaní ha gobernado desde las sombras, tratando de retrasar las inevitables elecciones y al mismo tiempo tratando de garantizar que el enormemente popular Khan y su partido Pakistan Tehreek-e-Insaf, o PTI, no regresen al poder. . Un creciente conjunto de pruebas apunta a la manipulación electoral y la interferencia política por parte del ejército paquistaní. La Comisión de Derechos Humanos de la ONU deploró estos incidentes en su declaración del martes. "Estamos preocupados por el patrón de acoso, arrestos y detenciones prolongadas de líderes del partido Pakistan Tehreek e Insaf (PTI) y sus partidarios que ha continuado durante el período electoral", se lee en el comunicado. Dentro de Pakistán, los medios de comunicación están completamente amordazados. Fuera de Pakistán, las próximas elecciones se consideran “las menos creíbles en la historia del país” y “más parecidas a una coronación”, donde se entiende que los militares simplemente están eligiendo una nueva cara civil para sus regla. Los servicios de telefonía móvil e Internet han sido suspendidos en Pakistán mientras millones de votan…
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¿Cómo le haría sentir la supresión de los medios de comunicación durante una elección respecto de la libertad de expresión y de información dentro de su propia sociedad?