El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, dijo ante una multitud en un discurso el viernes que no iniciaría una guerra, “pero si un país o una fuerza cruel quiere intimidar a la República Islámica de Irán, responderá con firmeza”. Si continúan los ataques de las milicias, Estados Unidos podría atacar más agresivamente al personal de la Fuerza Quds en Siria, Irak y Yemen sin previo aviso o atacar barcos iraníes en el mar. Sin embargo, es probable que Estados Unidos no llegue a atacar directamente a Irán, ya que eso podría arrastrar a Teherán de manera más agresiva a una guerra que ninguna de las partes ha dicho que quiere, aunque los legisladores republicanos han dicho que un ataque en suelo iraní debería seguir siendo una opción. Si bien los ataques del viernes disminuyeron las capacidades de las milicias proiraníes, Andrew Tabler, ex director para Siria en el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, dijo que esperaba que continuaran los ataques de las milicias. Los iraníes y sus milicias “estaba sacando sus fuerzas de peligro” antes de los ataques, dijo.
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