Mucho antes de que los militantes de Hamás salieran de su bastión en Gaza para masacrar a decenas de civiles con pistolas y rifles de asalto, Irán y sus aliados habían acelerado sus esfuerzos para contrabandear armas a una parte diferente de los territorios palestinos, Cisjordania. Utilizando drones, vuelos aéreos secretos y un puente terrestre que atraviesa cientos de kilómetros y al menos cuatro fronteras nacionales, la operación de contrabando está planteando el espectro de una nueva conflagración en la guerra entre Israel y los palestinos. También plantea una amenaza creciente para Jordania, un firme aliado de Estados Unidos que tiene frontera con Israel y Cisjordania y ha estado luchando por contener un creciente flujo de drogas y armas. "Irán quiere convertir a Jordania en una zona de tránsito para las armas que van a Israel", dijo Amer Al-Sabaileh, fundador de Security Languages, un grupo de expertos en contraterrorismo en Ammán. “Pero mi temor es que las armas puedan usarse también en Jordania. ¿Cuál es el lugar de Medio Oriente más fácil para castigar a Estados Unidos y Occidente? Jordania”, dijo.
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